
El Sancta Sanctorum de cualquier parroquia es su Sagrario o Tabernáculo, el cofre donde guarda su tesoro: la reserva Eucarística. Señalado con una vela roja siempre encendida, es el lugar donde está el Señor. Y al señor de la casa siempre se le saluda y se le dedica un tiempo. No entres a una Iglesia sin ir al Sagrario.
El Sagrario de nuestra parroquia está en una capilla lateral («Capilla del Santísimo»), más acogedora y cálida que el «templo grande», y allí está presente y disponible Cristo Sacramentado para todo aquel que quiera pasar un tiempo con el Señor.
Necesitamos pasar tiempo con Cristo, estar con Él, escuchar, contemplar, dejarse hacer. Cristo está en la Eucaristía sí o sí, aunque dude, aunque venga frío, aunque no me entere mucho. Está. Es verdad que podemos encontrarnos con Cristo en casi todo momento y lugar, pero en el pan consagrado su presencia es privilegiada y particularmente eficaz. El «tiempo de Sagrario» nunca es tiempo perdido.
No hay fórmulas ni recetas ni ritos especiales que hacer ante el Pan de Vida reservado en el Sagrario: es un tiempo personal y libre. Pero sí existen consejos que nos pueden ayudar a que sea fructífero este encuentro con Cristo: hacer algún signo externo de adoración (p.e.: empezar de rodillas, hacer la señal de la cruz, etc.); dedicar un momento a hacer silencio interior, a acallar los «ruidos» y tranquilizarnos; hablar (pedir, agradecer, alabar, explicar, desahogarse…) y escuchar (leer un texto del Evangelio, hacer silencio). Así de sencillo y complicado a la vez.
¿Y cuándo venir a visitar la Reserva Eucarística de nuestra parroquia? Pues, afortunadamente, tienes muchas opciones: abrimos durante muchas horas los días laborables (de 07.30 a 13.30 y de 17.30 a 20:50h.; y los jueves se expone el Santísimo, no se cierra a mediodía y se abre hasta las 21.30h.) y los fines de semana no tantas, pero también es fácil encontrar la Iglesia abierta (aquí tienes nuestros horarios completos). Así que… de paso que vas o vienes del trabajo, o vas o vienes de hacer la compra o de pasear al perro, aprovecha para pasar un momento al Sagrario. O, si vienes a misa, ven un rato antes para estar con Él; o mejor aún, reserva un tiempo diario para estar ante Él.
