
El próximo jueves 9 de junio celebramos al titular de nuestra parroquia con una solemne eucaristía a las 20:00h. y un posterior aperitivo en el patio de la parroquia para el que os pedimos colaboración a todos trayendo cosas para compartir. Celebramos la fiesta de «Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote» y la «Jornada de Santificación Sacerdotal».
Esta fiesta no tiene una fecha fija, se celebra cada año el jueves posterior a la Solemnidad de Pentecostés, y solo en algunos países. Fue introducida en España en 1973 por los fundadores de las Oblatas de Cristo Sacerdote y, poco a poco, va expandiéndose.
El sentido de esta fiesta es celebrar «el sacerdocio de Cristo» del que habla profusamente la Carta a los Hebreos. San Juan Pablo II, en el documento Ecclesia de Eucharistia señala que “el Hijo de Dios se ha hecho hombre, para reconducir todo lo creado, en un supremo acto de alabanza, a Aquél que lo hizo de la nada […]. De este modo, Él, el sumo y eterno Sacerdote, entrando en el santuario eterno mediante la sangre de su Cruz, devuelve al Creador y Padre toda la creación redimida. Lo hace a través del ministerio sacerdotal de la Iglesia y para gloria de la Santísima Trinidad”.
En el Nuevo Testamento la palabra “sacerdote” se reserva especialmente para denominar a Cristo y a todo el pueblo de Dios, unidos como un Sacerdocio real. En el capítulo 4 de Hebreos se explica el Sumo Sacerdocio de Jesucristo de esta forma: «Teniendo, pues, tal Sumo Sacerdote que penetró los cielos -Jesús, el Hijo de Dios- mantengamos firmes la fe que profesamos. Pues no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino probado en todo igual que nosotros, excepto en el pecado. Acerquémonos, por tanto, confiadamente al trono de gracia, a fin de alcanzar misericordia y hallar gracia para una ayuda oportuna» (Hebreos 4,14-16) La misma carta interpreta el sacrificio de Cristo como el nuevo, único y definitivo sacerdocio, diferenciandolo de los sacrificios de los sacerdotes de la antigua alianza: «Así también Cristo no se apropió la gloria de ser sumo sacerdote, sino que Dios mismo le había dicho: Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy. O como dice también en otro lugar: Tú eres sacerdote para siempre igual que Melquisedec» (Hebreos 5,5-6). Y, más adelante, afirma: La misma carta a los Hebreos añade: «Cristo ha venido como sumo sacerdote de los bienes definitivos» (Hebreos 9,11).
Te dejamos un video de las Oblatas de Cristo Sacerdote explicando la historia y sentido de esta fiesta: