¿Qué es un Cursillo de Cristiandad?
«El Cursillo de Cristiandad es un instrumento suscitado por Dios para el anuncio del Evangelio en nuestro tiempo.» (San Juan Pablo II).
El Movimiento de Cursillos de Cristiandad (MCC) es un movimiento eclesial, suscitado por el Espíritu Santo en la década de 1940, y en cuyo origen están Manuel Aparici (laico), Eduardo Bonín (laico) Sebastián Gayá (sacerdote), Juan Capó (sacerdote), y Juan Hervás (obispo), en Mallorca. Se considera que los inicadores son Bonín, Gayá y Hervás. Oficialmente comenzó con la celebración del primer cursillo del 7 al 10 de enero de 1949, en el Monasterio de San Honorato (Mallorca). La aprobación eclesial vendrá con la aceptación de sus estatutos, por el Papa Pablo VI, el 14 de diciembre de 1963.
(para conocer en detalle la historia del Movimiento Cursillos de Cristiandad, visita esta página)
El Cursillo consiste en vivir un encuentro de fin de semana en el que se recibe el anuncio de lo fundamental cristiano. Los medios que se utilizan son la vivencia de una comunidad eclesial viva y alegre, las charlas formativas y testimoniales, la oración y la celebración de la fe. No se trata de un curso al uso, meramente intelectual, sino toda una experiencia vital y sorprendente que pretende ayudar al encuentro personal con Cristo.
¿Para quién es un Cursillo de Cristiandad?
El Cursillo de Cristiandad es para todos, creyentes, no creyentes, o alejados, que quieran descubrir o redescubrir la fe. Pero, aunque sea para todos, no todos pueden hacerlo, pues se requiere un mínimo de apertura y sentimiento de búsqueda. De nada sirve ir a un Cursillo si no se quiere ir.
Para poder participar en un Cursillo de Cristiandad es necesario apuntarse por medio de alguien que haya hecho el Cursillo: sea recibiendo una invitación personal o sea pidiendo hacerlo. Esto es para que, antes de participar, pueda llevarse bien dispuesto y preparado el corazón, sabiendo a lo que se va y facilitando la labor al equipo responsable del Cursillo.
¿Qué supone hacer un Cursillo de Cristiandad?
El Cursillo de Cristiandad puede ser una experiencia de fe, altamente gratificante que, en general, ilumina nuestro caminar. Quien lo vive, suele decir que ha vivido los tres días más interesantes de su vida.
El Cursillo de Cristiandad proclama lo sustancial de la fe, de forma testimonial, cálida, alegre, jubilosa. Como la Buena Nueva que salva al hombre. Más que demostrar grandes verdades muestra vidas, que van siendo tocadas por la fuerza del Espíritu. Y lo hace por medio de un estilo directo y cercano, por medio del testimonio personal, conscientes de que más que maestros el mundo de hoy necesita testigos.
Esta proclamación y testimonio de lo fundamental cristiano en el Cursillo de Cristiandad es llevada a término por sacerdotes y seglares.
¿Y después del Cursillo de Cristiandad?
El Cursillo de Cristiandad es solo un encuentro de tres días y lo que en él se vive puede cambiar la vida para siempre, por eso es fundamental poder fortalecer y profundizar en la experiencia vivida, para que no se quede en una experiencia puntual.
El Movimiento de Cursillos de Cristiandad invita al cursillista a volver a su comunidad cristiana si la tiene, o a buscar una, porque es fundamental poner la fe en acción y no hacerlo solo. Por eso, consciente de que no todos tienen o saben a dónde ir, Cursillos de Cristiandad también ofrece al cursillista una comunidad en la que poder crecer en la fe acompañado de la Iglesia, e invita a vivir y anunciar la Buena Nueva recibida, en los ambientes de familia, de trabajo, de estudio, de ocio, de amistades donde él está inmerso.
Para más información y para contactar con el Movimiento de Cursillos de Cristiandad, pregunta a los curas de nuestra Parroquia, o visita la web www.cursillosmadrid.es