
Este domingo 20 de noviembre es el último domingo del año litúrgico y celebramos a Jesucristo como Rey del Universo. Esta fiesta está colocada aquí con intención catequética: en Cristo empieza y termina todo, es el Alfa y la Omega, así que le celebramos como el que da sentido a todas las cosas y en Él terminamos y empezamos el año litúrgico.
Entre el domingo 20 y el sábado 27 de noviembre de este 2021 nos quedan aún unos días de margen que son ideales para que preparemos la Corona de Adviento de nuestra casa: el primer domingo del año litúrgico (esta vez cae en 28 de noviembre) es, además, el primer domingo del Adviento. Aquí te dejamos una explicación de la Corona y unos consejos para hacerla, bendecirla y rezar cada domingo delante de ella.
Origen de la Corona del Adviento
Al contrario de lo que solemos pensar, la «Corona de Adviento» no forma, oficialmente, parte de la liturgia de la Eucaristía, ni siquiera es un objeto litúrgico (como pudiera ser, por ejemplo, el Cirio Pascual), solo es un un símbolo que hemos incorporado con naturalidad a las misas del tiempo de Adviento. Perfectamente podría no hacerse, pero… los símbolos nos ayudan a celebrar mejor las cosas.
Al ser un símbolo «paralitúrgico», ni siquiera hay una manera oficial de hacer la Corona. Los libros oficiales -esos que explican todos los signos y palabras de la liturgia- no hablan de qué es y cómo tiene que hacerse. La Corona de Adviento es, simplemente, un símbolo tradicional, nacido fuera de la liturgia y, más tarde, integrado en la liturgia (parece que por primera vez en el siglo XVI o XVII, en los países protestantes, adaptando simbologías paganas y universales).
Descripción y significado
Es bueno que, en cada casa, aprovechemos gestos y símbolos que nos ayuden a rezar y dirigir nuestra mirada a Dios. Al comenzar el Adviento, el símbolo al que podemos recurrir para ayudarnos es evidente: la Corona de Adviento.

· 3 moradas, para el primero, segundo y cuarto domingo del adviento; el morado nos recuerda que es un tiempo de preparación, espera y vigilia
· 1 morada claro (rosa), para el tercer domingo del Adviento, el llamado «de la alegría» porque de la alegría hablan las lecturas de la misa.
· y una 5ª vela, blanca, colocada en el centro, para encender en Navidad: se ha hecho la luz en el mundo.
Debido al origen y uso extraoficial de la Corona de Adviento, podemos encontrar distintas tradiciones a la hora de explicar cómo debe hacerse. En nuestra parroquia, por ejemplo, hacemos la Corona de Adviento de una manera, en la parroquia vecina de otra, y en otras ni siquiera la hacen. ¿Cómo tiene que ser? ¿de 4 velas rojas, de 5; con colores diferentes, con los colores de cada domingo (3 moradas y una rosa)? ¿con ramas de abeto o de pino, natural o artificial, con frutos o sin ellos? ¿con lazos y adornos navideños o no? ¿y con alguna imagen de la Virgen y san José? Y todas las opciones que se nos ocurran.
No hay un modo fijo de hacer la Corona, pero sí hay dos cosas fundamentales que siempre debe tener, sí o sí, porque son justo las que le dan el significado que queremos darle: un «Círculo de Ramos Verdes» (1), y «Cuatro Luces» (2).
1. «Círculo de Ramos Verdes». El círculo es un signo de Dios, signo de su trascendencia, eternidad y amor: no tiene principio ni fin. Este simbolismo del círculo es algo universal. Está hecho de ramos verdes porque Dios es «El Vivo», es «La Vida»; por eso suelen utilizarse plantas de hoja perenne, porque en invierno permanecen verdes: pino, abeto, etc.

· 1ª morada: para el primer domingo, comienza el adviento y el morado representa este tiempo litúrgico y el estado de preparación y vigilia
· 2ª verde: para el segundo domingo, representando la esperanza.
· 3ª morado claro (rosa): es el tercer domingo, el Gaudete o «de la alegría», porque de ello se habla en las lecturas del día
· 4ª blanca: para el último domingo. Jesús ya llega, la luz ya viene.
2. «Cuatro Luces» que se van encendiendo progresivamente, sumando una cada domingo: el primer domingo una vela, el segundo domingo dos velas, etc. En el Adviento estamos preparándonos a celebrar el nacimiento de Cristo, la Luz del mundo que viene a romper la oscuridad, las tinieblas del pecado. Este simbolismo de la luz también es universal: reconforta, da luz y calor, y en la oscuridad nos salva. Se recomienda que estas cuatro luces es sean velas porque el fuego es una «luz viva», lo cual ayuda y fortalece el simbolismo de la Corona. Los colores de la vela no son importantes: blancas, rojas, moradas… de cuatro colores diferentes, o 3 moradas y 1 rosa. Cada opción tiene su significado, pero no importa la elección: el símbolo es la luz de la vela, no la vela.
La Navidad es la fiesta de la vida (corona de ramos verdes) y de la luz (velas): «El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz». Cristo es la Luz del mundo. Él es quien, con su venida, nos iluminó y nos llenó de esperanza. La Corona de Adviento nos ayuda a tener presente este gran acontecimiento: la luz va creciendo, la oscuridad va desapareciendo.
Para hacerla en casa
No voy a detallarte cómo puedes hacer la corona de Adviento, que creo que ya está clarísimo con toda la explicación que hemos dado, pero sí quiero invitarte a que, antes de ponerte manos a la obra, tengas en cuenta las circunstancias prácticas de tu casa (¿vives solo? ¿hay niños pequeños? ¿eres mañoso? ¿tienes sitio? etc.) para utilizar la técnica que más te convenga y/o apetezca. El caso es que tengas Corona de Adviento y que te ayude a vivir este tiempo litúrgico y no pase como si nada.

Así que aquí te dejo enlaces con algunas ideas: tienda 1 para comprar Coronas de Adviento ya hechas o todo tipo de materiales, velas y adornos para hacerla; y tienda 2 para comprar Coronas hechas por religiosas de clausura; taller 1 para hacer una Corona en cartulina; taller 2 para hacer una Corona con gomaeva; taller 3 para hacer «minicoronas» de materiales reciclados. Seguro que tienes imaginación y recursos para tener la mejor Corona de Adviento del mundo. ¡A por ello! Ah, y cuando la tengas, la compres o la construyas, aquí tienes una oración para bendecirla.
Bendición
Antes de estrenar la Corona de Adviento y encenderla por primera vez, puedes bendecirla. Te recomendamos este pequeño guion incluido en el «Bendicional». Si estás solo en casa, léelo todo seguido, pero con paz, rezando; si sois varios, va leyendo uno solo (cada parte puede hacerla uno diferente), y las frases que van entre corchetes las decís todos a la vez.
- Inicio de la Oración: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. [Amén]. Nuestro auxilio es el nombre del Señor, [que hizo el cielo y la tierra].
- Monición: Comenzamos el nuevo Año Litúrgico inaugurando el tiempo de Adviento, que representa esta Corona. Sus luces nos recuerdan que Jesucristo es la luz del mundo, y su color verde significa la vida y la esperanza. El encender, semana tras semana, los cuatro cirios de la Corona, significa nuestra gradual preparación para recibir la luz de la Navidad: Jesucristo, nuestro Señor.
- Lectura Breve: Del libro del profeta de Isaías: «¡Levántate, brilla, Jerusalén, que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti.» Palabra de Dios. [Te alabamos, Señor].
- Peticiones y Padrenuestro. (esta parte no hace falta hacerla, pero ya que estás teniendo un ratito de oración, puedes aprovechar para hacer unas peticiones libres y acabarlas rezando el padrenuestro)
- Bendición: Y ahora, Señor, queremos pedirte que bendigas esta Corona para que nos ayude a recorrer el Adviento preparándonos a la celebración del nacimiento de Jesús:
Oremos.
La tierra, Señor, se alegra en estos días,
y tu Iglesia desborda de gozo ante tu Hijo, el Señor,
que se avecina como luz esplendorosa,
para iluminar a los que yacemos
en las tinieblas de la ignorancia, del dolor y del pecado.
Lleno de esperanza en tu venida,
tu pueblo ha preparado esta corona con ramos del bosque
y la ha adornado con luces.
Ahora, pues, que vamos a empezar el tiempo
de preparación para la venida de tu Hijo,
te pedimos que, con tu bendición, Señor,
y mientras se acrecienta cada día
el esplendor de esta corona con nuevas luces,
nos ilumines con el esplendor de aquel que,
por ser la luz del mundo, iluminará todas las oscuridades.
Él que vive y reina por los siglos de los siglos. [Amén]
Y para encender la vela de cada domingo…
Cada uno de los cuatro domingos del Adviento se enciende una vela, de modo que el primer domingo solo hay una encendida, el segundo hay dos, el tercero hay tres y el cuarto hay cuatro velas encendidas a la vez. No hay ningún ritual oficial para encenderlas, pero te recomendamos un par de cosas (y que, si vives en familia, lo hagáis todos juntos):
- Empezar y/o terminar escuchando o cantando una canción de Adviento. Busca en internet «La Virgen sueña caminos», «Ven, ven, Señor», «Pueblo Santo, espera a tu Señor», «Ven, Señor, líbranos», «Preparad el camino al Señor», «Vamos a preparar el camino del Señor», «Somos un pueblo que camina», «Marana-tha, ven Señor Jesús», «Cielos, lloved vuestra justicia», «En la noche surgirá una gran luz», etc.
- Leer el Evangelio del Domingo:
– Primer Domingo de Adviento (29 de noviembre): Mc13, 33-37 (Velad, pues no sabéis cuando vendrá el Señor de la casa)
– Segundo Domingo de Adviento (5 de diciembre): Mc1, 1-8 (Enderezad los senderos del Señor)
– Tercer Domingo de Adviento (13 de diciembre): Jn1, 6-8, 19-28 (En medio de vosotros hay uno que no conocéis)
– Cuarto Domingo de Adviento (20 de diciembre): Lc1, 26-38 (Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo)
[- Y para la quinta vela (si has decidido ponerla en tu Corona): Navidad (Viernes 25 de diciembre), Lc2, 1-20 (Hoy os ha nacido un Salvador) o Jn1, 1-18 (El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros). - Terminar libremente con alguna de estas cosas o con todas: pequeño comentario de la lectura, repetir las frases que más han llamado la atención, peticiones libres, padrenuestro, señal de la cruz y canto de adviento.
¡Buen Adviento! A no mucho tardar pondremos un calendario de adviento en nuestra web para ayudarte a seguir este mes que queda hasta la Navidad.